Reflexión 275 – Pío XI su Doctrina Social febrero 6 2014

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 Usted encuentra en este blog dos programas distintos, preparados y conducidos por Fernando Díaz del Castillo Z.:

1. El audio de¿Sí vale la pena creer?dirigido a creyentes y no creyentes. Queremos acercarnos a todos y contarles en qué creemos los católicos y por qué. Si nos comunicamos con respeto podemos darles a conocer nuestra fe y mejorar o estrechar nuestra relación con ellos. Lo transmite Radio María los domingos a las 9.30 a.m., hora de Colombia y se puede escuchar por internet desde cualquier lugar del mundo, a cualquier hora. Basta dar un clic en el lugar superior del blog, donde se indica, en la franja de la derecha.

2. El escrito de los  programas sobre la Doctrina social de la Iglesia que se transmiten los jueves a las 9:00 a.m., hora de Colombia.

Frecuencias de Radio María de Colombia en A.M.:  Bogotá: 1220; Barranquilla: 1580; Cali: 1260; Manizales: 1500; Medellín: 1320; Turbo: 1460; Urrao: 1450.

Por internet, también en vivo, en http://www.radiomariacol.org/e

 

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 Utilice los enlaces a documentos muy importantes como la Sagrada Biblia, el Compendio de la Doctrina Social, el Catecismo y su Compendio, documentos del Magisterio de la Iglesia tales como la Constitución Gaudium et Spes, algunas encíclicas como: Populorum progressio, Deus caritas est, Spe salvi, Caritas in veritate, agencias de noticias y publicaciones católicas. Vea la lista en Enlaces.

 

Resumamos el aporte de Quadragesimo anno

 

En el programa pasado terminamos el recorrido por la encíclica Quadragesimo anno, la encíclica social con que Pío XI celebró el cuadragésimo aniversario de la encíclica Rerum novarum, de León XIII. Con Quadragesimo anno, la Iglesia siguió presentando la posición doctrinal de la Iglesia en las nuevas situaciones que se presentaban en la sociedad. León XIII lo había hecho frente a los abusos del capitalismo contra los trabajadores y del socialismo marxista que ofreció soluciones que resultaron ser un remedio peor que la enfermedad con sus ingredientes de dictadura violenta, supresora de la propiedad privada y de la libertad y fundada en un ateísmo que pretendió erradicar el nombre de Dios en las regiones del mundo que alcanzó a dominar. La revolución  que comenzó en Rusia alcanzó  a extenderse por varios continentes. En América llegó a Cuba y allí sigue.

Hagamos un rápido resumen de QA antes de seguir adelante. Pío XI en Quadragesimo anno presenta la posición de la Iglesia en la nueva situación vivida en 1931, cuando el régimen económico internacional estaba dominado por el capitalismo de los grandes monopolios. Por otra parte el socialismo había tenido desde 1891 una evolución que en diversas regiones pasó de un socialismo que tenía como una de sus características dominantes el materialismo, violento y antirreligioso, en la nueva época surgieron en algunos países, matices socialistas que aunque seguían siendo esencialmente materialistas y ateos, su énfasis no estaba en la violencia y lucha de clases, y eran y son partidarios de medidas económicas contra las cuales no se oponía ni se opone la DSI. Lo negativo de esos socialismos desde el punto de vista católico no son las medidas económicas en las que concuerda, sino su materialismo e ignorancia de Dios. ¿Es esto importante? Como vimos en el programa pasado, la sociedad de la que son partidarios los ateos no es la de los planes de Dios. La doctrina socialista sobre la familia, por ejemplo, no va a seguir los lineamientos del pensamiento cristiano y por lo tanto las leyes que patrocinen y aprueben no van a tener en cuenta la DSI en lo referente a la familia.

La encíclica Quadragesimo anno, la podemos resumir en los siguientes puntos: Nos   presenta primero los beneficios logrados con la encíclica social  Rerum  novarum,  de León XIII, a la que se llama “carta magna del orden social”. En la primera parte QA presenta asuntos nuevos muy importantes como una doctrina más completa sobre la propiedad, los conceptos de capital y trabajo y la posición doctrinal católica que nos enseña que ninguno de los dos es suficiente por sí solo. Acomete el tema muy importante del salario justo e introduce la necesidad de un salario familiar y finalmente en trata QA de la restauración del orden social.

En la tercera parte, QA trata sobre los cambios profundos operados en la sociedad después de León XIII: la dictadura económica que sucede a la libre competencia, la transformación del socialismo en dos ramas: un socialismo violento o comunismo y un bloque moderado que conserva el nombre de socialismo, pero que concibe la sociedad y la naturaleza humana de modo contrario a la verdad cristiana y concluye la encíclica QA que por esa última posición de concepción equivocada de la naturaleza humana y de la persona y por eso no es compatible ser socialista y ser católico. No por sus propuestas económicas.

Finalmente, QA trata sobre la necesidad de la reforma de las costumbres para conseguir la cristianización de la vida económica y el papel que en esta reforma debe jugar la caridad.

Impulsor del apostolado de los laicos

 

El Papa Pío XI plantea que para conseguir la reforma de la sociedad que ha caído en el paganismo, se requiere la acción de los laicos que conocen bien el medio: los obreros como apóstoles de sus compañeros trabajadores y los apóstoles del mundo industrial y comercial deben ser integrantes de sus propios gremios.

El Papa llama la atención sobre la necesidad de que la Iglesia forme a los apóstoles seglares que se deben elegir entre aquellos que tienen un “exquisito” sentido de la justicia, sobresalgan por su prudencia y discreción, alejados de todo extremismo y penetrados de la caridad. Es interesante que el Papa no solo plantea la necesidad de que los laicos apóstoles sociales, deben ser formados en el conocimiento de la DSI, sino en su vida espiritual, pues recomienda en el N° 142, que se utilicen los ejercicios espirituales, a los que llama valiosísimo instrumento de renovación, tanto privada como social. Es que no es suficiente el conocimiento, si no está apoyado por una sólida formación espiritual. Siguiendo esa orientación de Pío XI, los jesuitas Vicente Andrade Valderrama y Francisco Javier Mejía a quienes en Colombia encargó la Compañía de Jesús, a solicitud de los señores obispos, la formación de los trabajadores católicos, líderes sociales, acometieron esa labor basada en los Ejercicios Espirituales. No fueron muchos los que aprovecharon esa magnífica oportunidad de formación en la década del 50.

Llama la atención que Pío XI al final de QA prevenga sobre la necesidad de la colaboración entre movimientos católicos, pues el esfuerzo a veces no es eficaz por la dispersión de fuerzas. Me pregunto si no pasa esto hoy en día. Cada uno cree que trabaja mejor si su apostolado es independiente y él puede manejarlo todo sin injerencia de otros.

La Acción Católica

 

Pío XI dio mucha importancia a la colaboración de los laicos en el apostolado. Fue él un gran impulsor de la Acción Católica, que realizó tantas obras importantes en la Iglesia, tanto con el nombre de Acción Católica, como bajo otras denominaciones, por ejemplo las Congregaciones Marianas que hoy han sido rebautizadas con el nombre de Comunidad de Vida Cristiana y se definen como  cristianos de todas las condiciones sociales que desean seguir más de cerca a Jesucristo. Su propósito es ser cristianos comprometidos, dar testimonio en la sociedad y tener una opción preferencial con los pobres. Quizás la Congregación Mariana más conocida es la de Medellín, que tiene obras tan importantes como la Clínica Cardiovascular Santa María, El canal de TV Televida, trabaja en educación y capacitación y en otras obras como dispensarios.

El Espíritu Santo inspira en nuestro tiempo nuevos grupos apostólicos laicos que hacen mucho bien en la sociedad. No hay duda de que estas corrientes de apostolado laical tuvieron un gran impulso con el papa Pío XI y los siguientes pontífices.

Al papa Pío XI le correspondió enfrentar los atropellos de regímenes totalitarios que se afianzaron en Europa en su época. Conviene que comprendamos la época difícil que correspondió a Pío XI frente a esos gobiernos. Veamos la situación de Italia y de Alemania con los regímenes fascistas italiano y del nazismo o nacional socialismo alemán. El 29 de junio protestó Pío XI contra los atropellos del régimen fascista de Italia con su encíclica Non abiamo bisogno (No tenemos necesidad).

Pío XI ante el fascismo italiano

 

El régimen fascista italiano se había ensañado contra las asociaciones de jóvenes católicos, tan queridas por Pío XI y por eso dice en el N° 5 de la encíclica Non abiamo bisogno, No tenemos necesidad, acerca del fascismo y su persecución a la Acción Católica:

Ya muchas veces, venerables hermanos, de la manera más explícita y asumiendo toda la responsabilidad de lo que decíamos, Nos hemos explicado la campaña de falsas e injustas acusaciones que precedió a la disolución de las Asociaciones de Juventudes y Asociaciones universitarias dependientes de la Acción Católica y hemos protestado contra ellas. Disolución ejecutada por vías de hecho y por procedimientos que daban la impresión de que se perseguía una vasta y peligrosa asociación criminal. Y sin embargo, se trataba de jóvenes y de niños que son ciertamente los mejores entre los buenos y a los cuales tenemos la satisfacción y el orgullo de poder una vez más dar este testimonio. Los ejecutores de este procedimiento, no todos, pero muchos de ellos, tuvieron asimismo esta impresión y no la ocultaron, procurando templar el cumplimiento de su consigna con palabras y miramientos por medio de los cuales parecían presentar excusas y querer obtener el perdón de lo que se les obligaba a hacer. Nos lo hemos tenido en cuenta y les reservamos especiales bendiciones.

6. Pero por una dolorosa compensación, ¡cuántas brutalidades y violencias, que llegaron hasta los golpes y a la sangre, cuántas irreverencias de prensa, de palabras y de hechos contra las cosas y contra las personas, incluso la Nuestra, han precedido, acompañado y seguido la ejecución de la inopinada medida de policía! Y ésta con frecuencia se ha extendido, por ignorancia o por un celo maligno, a ciertas asociaciones e instituciones que ni siquiera estaban comprendidas en las órdenes superiores, como los oratorios de los niños y las piadosas congregaciones de Hijas de María.

Pío XI ante el nazismo

 

Peor aún se cernía el peligro en Alemania. En 1937 Pío XI publicó la encíclica Mit brennender Sorge, Con viva preocupación, sobre la Iglesia en el Reich alemán. Sobre esta encíclica hablamos en otro programa sobre Pïo XII, quien esa época era el Nuncio Apostólico en Berlín y de quien se dice que aportó muchas de las ideas de esta encílica. Transcribo parte del N° 52, que nos da una idea de la persecución a la Iglesia desatada por el régimen nazi:

… los enemigos de Cristo —estamos seguros de ello—, que en vano sueñan con la desaparición de la Iglesia, reconocerán que se han alegrado demasiado pronto y que han querido sepultarla demasiado deprisa. Entonces vendrá el día en que, en vez de prematuros himnos de triunfo de los enemigos de Cristo, se elevará al cielo, de los corazones y de los labios de los fieles el Te Deum de la liberación, un Te Deum de acción de gracias al Altísimo, un Te Deum de júbilo, porque el pueblo alemán, hasta en sus mismos miembros descarriados, habrá encontrado el camino de la vuelta a la religión; con una fe purificada por el dolor, doblará nuevamente su rodilla en presencia del Rey del tiempo y de la eternidad, Jesucristo, y se dispondrá a luchar —contra los que niegan a Dios y destruyen el Occidente cristiano— en armonía con todos los hombres bienintencionados de las otras naciones y a cumplir la misión que le han asignado los planes del Eterno.

Como se temía que el gobierno nazi se incautara de la encíclica si se enviaba a los obispos alemanes por los conductos regulares, se difundió a todas las parroquias del país con la mayor cautela y se leyó desde todos los púlpitos. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia presenta así esta situación en el N° 92:

La encíclica llegaba después de años de abusos y violencias y había sido expresamente solicitada a Pío XI por los Obispos alemanes, a causa de las medidas cada vez más coercitivas y represivas adoptadas por el Reich en 1936, en particular con respecto a los jóvenes, obligados a inscribirse en la « Juventud hitleriana ». El Papa se dirige a los sacerdotes, a los religiosos y a los fieles laicos, para animarlos y llamarlos a la resistencia, mientras no se restablezca una verdadera paz entre la Iglesia y el Estado. En 1938, ante la difusión del antisemitismo, Pío XI afirmó: « Somos espiritualmente semitas »

Divini Redemptoris contra el comunismo

 

En 1937. El Papa Pío XI enriqueció la DSI con otro documento muy importante, la encíclica Divini Redemptoris, que condena el comunismo y comienza con las palabras La promesa de un Redentor divino ilumina la primera página de la historia de la humanidad … Escuchemos estas frases tomadas del principio de la encíclica:

…en el curso de los siglos, las perturbaciones se han ido sucediendo unas tras otras hasta llegar a la revolución de nuestros días, la cual por todo el mundo es ya o una realidad cruel o una seria amenaza, que supera en amplitud y violencia a todas las persecuciones que anteriormente ha padecido la Iglesia. Pueblos enteros están en peligro de caer de nuevo en una barbarie peor que aquella en que yacía la mayor parte del mundo al aparecer el Redentor.

3. Este peligro tan amenazador, como habréis comprendido, venerables hermanos, es el comunismo bolchevique y ateo, que pretende derrumbar radicalmente el orden social y socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana.

4. Frente a esta amenaza, la Iglesia católica no podía callar, y no calló. No calló esta Sede Apostólica, que sabe que es misión propia suya la defensa de la verdad, de la justicia y de todos aquellos bienes eternos que el comunismo rechaza y combate. Desde que algunos grupos de intelectuales pretendieron liberar la civilización humana de todo vínculo moral y religioso, nuestros predecesores llamaron abierta y explícitamente la atención del mundo sobre las consecuencias de esta descristianización de la sociedad humana. Y por lo que toca a los errores del comunismo, ya en el año 1846 nuestro venerado predecesor Pío IX, de santa memoria, pronunció una solemne condenación contra ellos, confirmada después en el Syllabus. Dice textualmente en la encíclica Qui pluribus (Desde hacía muchos años): «[A esto tiende] la doctrina, totalmente contraria al derecho natural, del llamado comunismo; doctrina que, si se admitiera, llevaría a la radical subversión de los derechos, bienes y propiedades de todos y aun de la misma sociedad humana». Más tarde, un predecesor nuestro, de inmortal memoria, León XIII, en la encíclica Quod Apostolici numeris,(Al comienzo de nuestro pontificado) definió el comunismo como «mortal enfermedad que se infiltra por las articulaciones más íntima de la sociedad humana, poniéndola en peligro de muerte», y con clara visión indicaba que los movimientos ateos entre las masas populares, en plena época del tecnicismo, tenían su origen en aquella filosofía que desde hacía ya varios siglos trataba de separar la ciencia y la vida de la fe y de la Iglesia.

El Compendio resume así los objetivos de la encíclica Divini Redemptoris:

 Con la encíclica « Divini Redemptoris », sobre el comunismo ateo y sobre la doctrina social cristiana, Pío XI criticó de modo sistemático el comunismo, definido «intrínsecamente malo», e indicó como medios principales para poner remedio a los males producidos por éste, la renovación de la vida cristiana, el ejercicio de la caridad evangélica, el cumplimiento de los deberes de justicia a nivel interpersonal y social en orden al bien común, la institucionalización de cuerpos profesionales e interprofesionales.

Dentro de una semana, Dios mediante, veremos los aportes de ese gran Pontífice que fue Pío XII.