Reflexión 194 – Caritas in veritate N° 29-33 (Charla 31)

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Noviembre 18 de 2010

Escuche estas Reflexiones sobre la Doctrina Social de la Iglesia en Radio María los jueves a las 9:00 a.m., hora de Colombia, en las siguientes frecuencias en A.M.:

Bogotá: Bogotá: 1220; Barranquilla: 1580; Cali: 1260; Manizales: 1500; Medellín: 1320; Turbo: 1460; Urrao: 1450.

Por internet, también en vivo, en http://www.radiomariacol.org/

Al abrir este “blog” encuentra la reflexión más reciente; en la columna de la derecha, las Reflexiones anteriores que siguen la numeración del libro Compendio de la D.S.I.” Con un clic usted elige.


Utilice los
Enlaces a documentos muy importantes como la Sagrada Biblia, el Compendio de la Doctrina Social, el Catecismo y su Compendio, documentos del Magisterio de la Iglesia tales como la Constitución Gaudium et Spes, algunas encíclicas como: Populorum progressio, Deus caritas est, Spe salvi, Caritas in veritate, agencias de noticias y publicaciones católicas. Vea la lista en Enlaces.

Haga clic a continuación para orar todos los días 10 minutos siguiendo la Palabra de Dios paso a paso: Orar frente al computador, con método preparado en 20 idiomas por los jesuitas irlandeses. Lo encuentra aquí también entre los enlaces.

——————————————————————————————————————-

RADIO MARÍA DE COLOMBIA, BOGOTÁ ESTÁ

FUERA DEL AIRE

 

DEBIDO A LAS INCLEMENTES LLUVIAS QUE ANEGAN A GRAN PARTE DE ESTE PAÍS EL RÍO BOGOTÁ INUNDÓ LOS TRANSMISORES DE RADIO MARÍA BOGOTÁ, 1220 A.M. LOS EQUIPOS SE DAÑARON COMPLETAMENTE. LA EMISORA SIGUE TRANSMITIENDO SU PROGRAMACIÓN ORDINARIA VIA SATÉLITE POR LAS DEMÁS EMISORAS DE RADIO MARÍA Y LAS QUE LA RETRANSMITEN. POR INTERNET SE PUEDE ESCUCHAR RADIO MARÍA DE COLOMBIA EN TODO EL MUNDO.

www.radiomariacol.org

=============================================================

La vida y su relación con el desarrollo

Continuemos el resumen del capítulo segundo de Caritas in veritate, Caridad en la verdad, de la encíclica de Benedicto XVI; capítulo que dedica al tema de El desarrollo humano en nuestro tiempo. En el programa pasado llegamos hasta el N° 28, que Caritas in veritate dedica al tema de la vida y su relación con el desarrollo. El Santo Padre dice que la pobreza provoca altos índices de mortalidad y que las legislaciones contrarias a la vida, que están muy extendidas en los países económicamente desarrollados, en vez de promover y defender la vida, condicionan las costumbres y la práctica con la difusión de una mentalidad antinatalista, mentalidad que tratan de transmitir a otros estados como si esa actitud anti vida fuera un progreso cultural.

Ahora se condena a los creyentes a la muerte civil en la vida de la sociedad

La actitud anti vida la vivimos en el modo como justifican el aborto y el control natal por medio de la esterilización en nuestros medios de comunicación. El anterior Ministro de Protección Social hizo pública su vasectomía, con el argumento de que quería dar ejemplo a los jóvenes de lo que deben hacer. Es común que algunos personajes de los medios de comunicación presenten a la Iglesia como retrógrada porque condena el asesinato de bebés no nacidos. La cultura anti vida es para muchos lo moderno, lo aceptado hoy. Por eso es conveniente que nos recuerden la entereza de los mártires que a lo largo de la Iglesia han estado firmes en la defensa de la fe a pesar del peligro de perder la vida. Ahora las tácticas han cambiado; aunque en algunos países todavía asesinan cristianos, como ha sucedido en Irak en estos días, generalmente no nos amenazan con la pérdida de la vida por confesar nuestra fe, pero sí con la muerte civil en la vida de la sociedad, con el ridículo por pertenecer, según los nuevos verdugos, a una Iglesia que se quedó anclada en el pasado. Y algunos católicos tragan el anzuelo y no reniegan de su fe públicamente, pero sí lo hacen en la práctica.

14 dificultades para el desarrollo humano

Repasemos los problemas de nuestro tiempo que, según los expone Benedicto XVI en el capítulo segundo de Caritas in veritate, dificultan el desarrollo humano integral. En el programa anterior alcanzamos a ver 13 de los problemas que impiden el desarrollo y enunciamos el 14, sobre el del respeto a la vida. Demos un rápido recorrido a esos problemas, para que los tengamos presentes. Nos dice el Santo Padre que son dificultades muy variadas las que hacen que la situación del desarrollo sea muy compleja y al recorrerlos entendemos que de verdad se trata de problemas de diversos campos. Veamos:

1. Los manejos especulativos de las entidades financieras, que fueron las principales causantes de la crisis económica en los EE.UU.

2. Las migraciones en gran escala a otros países en búsqueda de la atención que no se recibe en los propios países.

3. La explotación inadecuada de los recursos naturales.

4. La aparición de los nuevos pobres que necesitan la solidaridad de los demás, mientras una minoría goza de la superabundancia de la economía del consumismo.

5. La corrupción y la ilegalidad.

6. El irrespeto a los derechos de los trabajadores.

7. El desvío de los fondos de ayudas internacionales sin respetar la voluntad de los donantes.

8. La excesiva protección de la propiedad intelectual, especialmente en el campo de la salud.

9. Las normas culturales que impiden el desarrollo porque inducen al relativismo, a un diálogo intercultural inauténtico con pérdida del sentido profundo de las culturas de las diferentes naciones.

10. El hambre persiste en el mundo a pesar de los adelantos técnicos, porque la sola técnica, sin ética ni fraternidad no garantiza el desarrollo integral.

11. La globalización nos acerca más físicamente, pero también transmite a los demás países las consecuencias negativas del mal manejo de la economía de los países más influyentes.

12. La crisis de la seguridad social, agravada por los nuevos sistemas de contratación laboral.

13. No se tiene en cuenta que el primer capital que los países y las organizaciones deben valorar es la persona humana como autor, centro y fin de la vida económica y social.

No se respeta la vida

El decimocuarto problema tratado por Benedicto XVI es el del respeto a la vida. Nos dice Benedicto XVI en Caritas in veritate, en el N° 28, que

La situación de pobreza no sólo provoca todavía en muchas zonas un alto índice de mortalidad infantil, sino que en varias partes del mundo persisten prácticas de control demográfico por parte de los gobiernos, que con frecuencia difunden la contracepción y llegan incluso a imponer también el aborto. En los países económicamente más desarrollados, las legislaciones contrarias a la vida están muy extendidas y han condicionado ya las costumbres y la praxis, contribuyendo a difundir una mentalidad antinatalista, que muchas veces se trata de transmitir también a otros estados como si fuera un progreso cultural.

Algunas organizaciones no gubernamentales, además, difunden el aborto, promoviendo a veces en los países pobres la adopción de la práctica de la esterilización, incluso en mujeres a quienes no se pide su consentimiento. Por añadidura, existe la sospecha fundada de que, en ocasiones, las ayudas al desarrollo se condicionan a determinadas políticas sanitarias que implican de hecho la imposición de un fuerte control de la natalidad. Preocupan también tanto las legislaciones que aceptan la eutanasia como las presiones de grupos nacionales e internacionales que reivindican su reconocimiento jurídico.

La vida desde la perspectiva cristiana

La vida desde la perspectiva cristiana se ve como un regalo, una contribución al desarrollo de los pueblos. Estas son las palabras del Caritas in veritate:

La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social[1]. La acogida de la vida forja las energías morales y capacita para la ayuda recíproca. Fomentando la apertura a la vida, los pueblos ricos pueden comprender mejor las necesidades de los que son pobres, evitar el empleo de ingentes recursos económicos e intelectuales para satisfacer deseos egoístas entre los propios ciudadanos y promover, por el contrario, buenas actuaciones en la perspectiva de una producción moralmente sana y solidaria, en el respeto del derecho fundamental de cada pueblo y cada persona a la vida.

¿Incide negativamente en el desarrollo la negación de la libertad religiosa?

En este capítulo segundo de Caritas in veritate, que estudiamos ahora, en el cual plantea Benedicto XVI la visión del desarrollo en nuestro tiempo, desde la perspectiva de la DSI, nos dice en el N° 29, que hay otro aspecto lesivo al desarrollo y es la negación de la libertad religiosa. Menciona el Papa no solo los conflictos que se producen en el mundo por motivos religiosos, en los cuales la religión es a veces solo una fachada para ocultar razones de otro tipo como el afán de poder y riqueza, sino la violencia motivada por el fundamentalismo que distrae recursos que de otro modo tendrían usos pacíficos. Menciona igualmente el Papa la promoción de la indiferencia religiosa o del ateísmo práctico, que también obstruye el desarrollo al privar a los pueblos de los recursos espirituales y humanos en el esfuerzo por erradicar la pobreza y conseguir el desarrollo humano integral. A los no creyentes no los mueven, frente a la pobreza, los argumentos basados en el Evangelio, como la fraternidad, la dignidad de la persona humana por ser creados a imagen de Dios, nuestro Padre; se apoyan en solo argumentos racionales o en normas humanas, como pueden ser disposiciones de las Naciones Unidas y las normas humanas no son permanentes; cambian según la ideología dominante.

Ateísmo, agnosticismo, ateísmo práctico

El ateísmo es la negación de la existencia de Dios, en teoría o en la práctica. Las formas de ateísmo son múltiples y van, desde una tolerante indiferencia hasta una oposición militante. Los que se llaman agnósticos sostienen que no es posible conocer nada de Dios ni de la vida futura, son escépticos en materia religiosa. Son ateos en la práctica[2], en su modo de vida.

Dimensión interdisciplinaria de la Doctrina Social de la Iglesia

En los N° 30 y 31 nos enseña el Papa que ante la complejidad de los problemas que dificultan el desarrollo, las diferentes disciplinas del saber humano deben colaborar en una interdisciplinariedad ordenada. El desarrollo humano integral no es solo un asunto técnico, un asunto que se pueda tratar y resolver completamente desde la economía, porque es un asunto que tiene también una dimensión moral y espiritual, de manera que es indispensable un enfoque interdisciplinario. La evaluación moral y la investigación científica deben ir de la mano[3], animadas por la caridad. Citando palabras de la encíclica Centesimus annus,(N° 59) la encíclica de Juan Pablo II en el centenario de Rerum novarum, Benedicto XVI afirma que la DSI tiene una importante dimensión interdisciplinaria y puede por eso desempeñar una función de eficacia extraordinaria.

Recordemos que los principios permanentes de la DSI, son la expresión de la verdad íntegra sobre el hombre, conocida a través de la fe y de la razón.[4] Cuando estudiamos la naturaleza de la DSI, aprendimos que es Un conocimiento iluminado por la fe, en diálogo cordial con todos los saberes, un mensaje no solo para los hijos de la Iglesia sino para toda la humanidad.[5]

Recordemos las palabras de Juan Pablo II en Centesimus annus (59), que cita Benedicto XVI sobre la interdisciplinariedad de la DSI:

La doctrina social de la Iglesia se sirve de todas las aportaciones cognoscitivas, provenientes de cualquier saber, y tiene una importante dimensión interdisciplinar: « Para encarnar cada vez mejor, en contextos sociales económicos y políticos distintos, y continuamente cambiantes, la única verdad sobre el hombre, esta doctrina entra en diálogo con las diversas disciplinas que se ocupan del hombre, [e] incorpora sus aportaciones ». La doctrina social se vale de las contribuciones de significado de la filosofía e igualmente de las aportaciones descriptivas de las ciencias humanas.

Cuando se trata del desarrollo humano integral es claro que para que se dé un desarrollo integral, es decir que tenga en cuenta todas las dimensiones de la persona humana, el enfoque no puede ser sólo desde el punto de vista económico.

Leamos unas líneas del N° 31 de Caritas in veritate, que nos explican lo que sucede si se enfoca el desarrollo humano solo desde la dimensión económica, es decir desde la dimensión material del ser humano:

La DSI Permite a la fe, a la teología, a la metafísica y a las ciencias encontrar su lugar dentro de una colaboración al servicio del hombre. La doctrina social de la Iglesia ejerce especialmente en esto su dimensión sapiencial. Pablo VI vio con claridad que una de las causas del subdesarrollo es una falta de sabiduría, de reflexión, de pensamiento capaz de elaborar una síntesis orientadora[6], y que requiere «una clara visión de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales»[7]. La excesiva sectorización del saber[8], el cerrarse de las ciencias humanas a la metafísica[9], las dificultades del diálogo entre las ciencias y la teología, no sólo dañan el desarrollo del saber, sino también el desarrollo de los pueblos, pues, cuando eso ocurre, se obstaculiza la visión de todo el bien del hombre en las diferentes dimensiones que lo caracterizan. Es indispensable «ampliar nuestro concepto de razón y de su uso»[10] para conseguir ponderar adecuadamente todos los términos de la cuestión del desarrollo y de la solución de los problemas socioeconómicos.

El desarollo humano integral tiene una dimensión moral y espiritual

Nos enseña el Papa en los N° 30 y 31 de Caritas in veritate que la complejidad de los problemas del desarrollo obliga a que las diferentes disciplinas del saber humano colaboren en su solución, porque el desarrollo humano integral no es solo un asunto técnico, un asunto que se pueda tratar y resolver completamente desde la economía, porque es un asunto que tiene también una dimensión moral y espiritual, de manera que es indispensable un enfoque interdisciplinario.

En el N° 32, Caritas in veritate plantea que los nuevos retos al desarrollo demandan nuevas soluciones que tenemos que encontrar juntos, respetando las leyes propias de cada cosa y a la luz de una visión integral del hombre que refleje los diversos aspectos de la persona humana, considerada con la mirada purificada por la caridad.

No solo justicia, también generosidad y caridad

Nos dice Benedicto XVI que la dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no aumenten de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades.[11] Evoca aquí el Papa actual el pensamiento de Pablo VI, quien en Populorum progressio ( 33s) insta no sólo a la justicia sino también a la generosidad, a la caridad, cuando dice:

Entiéndasenos bien: la situación presente se tiene que afrontar valerosamente y se tiene que combatir y vencer las injusticias que trae consigo. El desarrollo exige transformaciones audaces, profundamente innovadoras. Hay que emprender, sin esperar más, reformas urgentes. Cada uno debe aceptar generosamente su papel, sobre todo los que por su educación, su situación y su poder tienen grandes posibilidades de acción. Que, dando ejemplo, empiecen con sus propios haberesEnseguida añade que la sola iniciativa individual no es suficiente e insta a los poderes públicos para que hagan lo que les corresponde:

La sola iniciativa individual y el simple juego de la competencia no serían suficientes para asegurar el éxito del desarrollo. No hay que arriesgarse a aumentar todavía más las riquezas de los ricos y la potencia de los fuertes, confirmando así la miseria de los pobres y añadiéndola a la servidumbre de los oprimidos.

Impacto de la pobreza en la economía

Pone Benedicto XVI como prioridad, que se siga buscando el acceso al trabajo o la conservación del mismo para los que ya lo tienen. Dice que esto es también por una “razón económica”. Y explica cómo el aumento de las desigualdades sociales, es decir el aumento de la pobreza, además de erosionar la cohesión social y poner así en peligro la democracia, tiene además un impacto económico progresivo por el desgaste del capital social. Llama capital social el conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables para la convivencia. Sabemos las implicaciones de la falta de trabajo y cómo cambia la vida si se puede conservar y cuando se logra conseguir.

Llama la atención Benedicto XVI al impacto que tiene en la economía la situación de inseguridad que siente el capital humano, es decir los trabajadores, porque los costos humanos se reflejan siempre en los costos económicos: el trabajador pierde creatividad e iniciativa y reduce su actividad a un trabajo puramente automático.

Necesidad de profunda reflexión sobre el sentido de la economía y de sus fines

Insta la encíclica Caritas in veritate a que no se busquen solo beneficios a corto plazo, y que

se han de valorar cuidadosamente las consecuencias que tienen sobre las personas las tendencias actuales hacia una economía de corto, a veces brevísimo plazo. Esto exige «una nueva y más profunda reflexión sobre el sentido de la economía y de sus fines»[12], además de una honda revisión con amplitud de miras del modelo de desarrollo, para corregir sus disfunciones y desviaciones. Lo exige, en realidad, el estado de salud ecológica del planeta; lo requiere sobre todo la crisis cultural y moral del hombre, cuyos síntomas son evidentes en todas las partes del mundo desde hace tiempo.

Recordemos que ya antes, en los N° 15 y 16 de esta misma encíclica Caritas in veritate, el Papa Benedicto había planteado la urgencia de una reorientación de la economía. Dice allí:

Puede que haya llegado el momento de una nueva y más profunda reflexión sobre el sentido de la economía y de sus fines. Con este propósito, parece urgente que vuelva a ser considerada la concepción misma del bienestar, de modo que no se vea dominada por una estrecha perspectiva utilitarista, que deja completamente al margen valores como el de la solidaridad y el altruismo.

¿Qué ha sucedido después de 40 años de Populorum progressio?

Terminemos hoy con la síntesis final del pensamiento de Benedicto XVI sobre lo que ha sucedido con el desarrollo de los pueblos, después de la encíclica Populorum progressio de Pablo VI: Dice en el N° 33, que Más de cuarenta años después de la Populorum progressio, su argumento de fondo, el progreso, sigue siendo aún un problema abierto, que se ha hecho más agudo y perentorio por la crisis económico-financiera que se está produciendo.

Señala el Papa que algunas naciones han salido de la pobreza, pero otras permanecen en una situación de pobreza comparable a la que había en tiempos de Pablo VI y en algún caso, peor. Algunas causas de la situación de pobreza de la que no logran salir algunos países, dice Benedicto XVI fueron ya señaladas por Pablo VI, por ejemplo los altos aranceles aduaneros impuestos por los países económicamente desarrollados. Y añade:

En cambio, otras causas que la Encíclica sólo esbozó, han adquirido después mayor relieve. Este es el caso de la valoración del proceso de descolonización, por entonces en pleno auge. Pablo VI deseaba un itinerario autónomo que se recorriera en paz y libertad. Después de más de cuarenta años, hemos de reconocer lo difícil que ha sido este recorrido, tanto por nuevas formas de colonialismo y dependencia de antiguos y nuevos países hegemónicos, como por graves irresponsabilidades internas en los propios países que se han independizado.

La gran novedad: la globalización

Sobre la globalización nos ofrece Benedicto XVI una opinión muy interesante, en la que reconoce lo bueno que ella tiene y los riesgos que lleva consigo. Dice:

La novedad principal ha sido el estallido de la interdependencia planetaria, ya comúnmente llamada globalización. Pablo VI lo había previsto parcialmente, pero es sorprendente el alcance y la impetuosidad de su auge. Surgido en los países económicamente desarrollados, este proceso ha implicado por su naturaleza a todas las economías. Ha sido el motor principal para que regiones enteras superaran el subdesarrollo y es, de por sí, una gran oportunidad. Sin embargo, sin la guía de la caridad en la verdad, este impulso planetario puede contribuir a crear riesgo de daños hasta ahora desconocidos y nuevas divisiones en la familia humana. Por eso, la caridad y la verdad nos plantean un compromiso inédito y creativo, ciertamente muy vasto y complejo. Se trata de ensanchar la razón y hacerla capaz de conocer y orientar estas nuevas e imponentes dinámicas, animándolas en la perspectiva de esa «civilización del amor», de la cual Dios ha puesto la semilla en cada pueblo y en cada cultura.

Fernando Díaz del Castillo Z.

Escríbanos a: reflexionesdsi@gmail.com


[1] Cf. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2007, 5: L’Osservatore Romano, ed. En lengua española (15 diciembre 2006), p.5

[2] Cf. Gerald O’Collins, S.J. y Edward G. Farrugia, S.J., Diccionario abreviado de teología, Editorial Verbo Divino, 2002

[3] Cf www.faithdoingjustice.com.au

[4] Cf Compendio de la DSI, N° 160ss

[5] Ibidem, N° 22ss

[6] Cf Populorum progressio, 40.85

[7] Cf Ibid., 13

[8] Cf Juan Pablo II, Carta encic. Fides et ratio (14 sept. 1998) 85

[9] Cf Ibid., 83

[10] Discurso en la Universidad de Ratisbona (12 septiembre 2006): L’Osservatore Romano, ed. en lengua española (22 septiembre 2006), pp. 11-13.

[11] Cf Populorum progressio, 33

[12] Cf Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2000, 15: AAS 92 (2000), 366.