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Al abrir este “blog” encuentra la reflexión más reciente, que es el contenido del último programa de esta serie, transmitido por Radio María de Colombia y preparado por Fernando Díaz del Castillo Z. En la columna de la derecha están las Reflexiones anteriores que siguen la numeración del libro “Compendio de la D.S.I.” Con un clic usted elige.
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Las dimensiones individual y social del ser humano
Vamos a comenzar nuestra última reflexión dedicada este año al estudio de la DSI. La próxima la dedicaremos a la Navidad y Dios mediante continuaremos el estudio de la DSI el año entrante. Ojalá podamos terminar hoy el recorrido por la encíclica Quadragesimo anno, Año cuadragésimo, del Papa Pío XI.
La semana pasada vimos lo que el Papa nos enseña sobre el salario justo, y hoy voy a empezar con una consideración sobre el fundamento de la visión cristiana de nuestra doble dimensión como seres humanos: la individual y la social, asunto muy importante en la DSI y que Pío XI señala en la encíclica QA. Luego haré un muy breve resumen del salario justo, antes de comenzar el último tema, que será sobre el corporativismo implantado en Italia por el fascismo de Mussolini.
Pío XI nos explica que el trabajo, como la propiedad, tiene también una doble dimensión: una individual y otra social. Esta visión del ser humano como individuo y como ser social, corresponde a la antropología cristiana que considera al ser humano esencialmente relacional, es decir no como un individuo aislado, sino creado de y para los demás: procede de otros, de sus padres y antepasados; es parte de una historia, y fuimos creados para compartir, no para encerrarnos en nosotros mismos. Por eso es el individualismo no es cristiano.
Para explicar en profundidad esta visión cristiana del ser humano nos llevaría más tiempo del que tenemos hoyo pero hagámoslo der manera sencilla. Recordemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios y Él está, es, en su ser, desde la eternidad, en relación permanente entre las tres personas divinas. La misma palabra Padre, indica relación con quien Él engendra, Hijo indica relación con quien lo engendra, el Padre – y el Espíritu Santo es Amor, el eslabón que une a los tres. ¿Cómo dudar de que no fuimos creados para el individualismo sino para vivir en comunión, hechos para recibir y para darnos? Nos damos cuenta de la importancia del misterio de la Trinidad para conocer a Dios y también para conocernos bien a nosotros, seres humanos.
Reflexión de Raziger sobre el ser humano como ser relacional
Voy a citar unas frases del cardenal Joseph Ratzinger, en su libro Introducción al Cristianismo. Son pensamientos muy profundos, que nos podrían proporcionar material para una reflexión grupal, tomando frase por frase, leerla, reflexionar sobre ella y compartirla con los demás. Si les parece, en el blog, en www.reflexionesdsi.org, las pueden leer y releer. Oigamos:
…”es imposible llegar a lo peculiar del amor si no se concibe al hombre como relación, es decir como proveniente de otro…”(Pg207)
“El hombre solo es hombre en la trama de la historia, que penetra en cada uno por el lenguaje y las relaciones sociales, que ajusta su existencia a ese patrón colectivo en el que está inmerso de antemano y que constituye el lugar de su autorrealización…El hombre no es un ser que parte siempre de cero; solo puede realizar lo suyo específico y lo nuevo si empalma con la humanidad que lo precede, lo condiciona, lo modela.” (Pg 208)
“Nadie se encuentra en un estado inicial sin relación alguna, en el que pueda realizarse a sí mismo y desplegar sus virtualidades.” (Pg 209)
“Todos vivimos en medio de unos lazos que forman parte de nuestra existencia. El juicio universal es la respuesta a estas interdependencias colectivas.” (Pg 209)
…”podemos decir que … el ser cristiano, en su acepción principal, no es un carisma individual, sino social.” (Pg 209)
“Ser cristiano significa esencialmente pasar a ser / de ser para sí mismo a ser para los demás”. (Pg 211)
…”la decisión básica cristiana –ser cristiano – supone dejar de girar en torno a uno mismo, alrededor del propio yo, y unirse a la existencia de Jesucristo, consagrado al todo.” (Pg 211)
“Digamos por último, que no basta que el hombre salga de sí mismo. El que solo quiere dar y no está dispuesto a recibir; el que solo quiere ser para los demás y no está dispuesto a reconocer que también él vive del sorprendente e inmerecido don del para los demás, ignora la configuración fundamental del ser humano y destruye el verdadero sentido del para los demás. Para que la superación de sí mismo sea realmente provechosa necesita recibir algo de los otros y, en definitiva, del Otro, que es el auténtico otro de toda la humanidad y que a la vez es el completamente uno con ella: Jesucristo, el Dios hecho hombre.”(Pg 213)
Qué interesante lo que nos enseña Ratzinger: la configuración fundamental del ser humano consiste en ser de y para los demás: de otros; viene de sus padres, que al darse hicieron posible su ser y a su vez, él para ser humano debe darse a los demás.
Criterios del salario justo
Resumamos ahora el tema del salario justo, según Pío XI en QA. Nos dice el Papa que para establecer un salario justo se deben considerar tres criterios, que parten del carácter individual y social del trabajo: el individuo que realiza el trabajo, la empresa donde lo realiza y la sociedad entera que sirve de marco. De manera que no solo se debe exigir el salario considerándose el trabajador él solo; debe tener en cuenta la empresa y la sociedad de la que hace parte.
El salario familiar
Lo más novedoso, que no había considerado la Rerum novarum de León XIII, es que se postula por primera vez el salario familiar. Se reconoce que en las circunstancias de entonces era difícil hacerlo realidad, y pide que se tomen medidas para hacerlo posible.
Pío XI destaca el valor que tienen los demás miembros de la familia, que con el padre contribuyen al sostenimiento de la familia, pero observa la necesidad de evitar que las madres de familia se vean en la obligación de trabajar fuera de casa por exigencias económicas. Sin duda algunas reformas laborales se han conseguido para ayudar a las familias, como el subsidio familiar, pero aún es difícil establecer el salario familiar en nuestro país, cuando todavía la mitad de la población trabajadora ni siquiera devenga el salario mínimo.
Situación de la empresa
Para la determinación del salario se debe en tener en cuenta también la situación de la empresa. No pueden hacerse exigencias salariales tan altas que pongan en peligro la supervivencia de las empresas, pero tampoco las eventuales dificultades se pueden siempre aceptar para mantener salarios excepcionalmente bajos.
La sociedad
La tercera dimensión que se debe considerar para establecer los salarios justos es la actividad económica general en la sociedad. No solo se debe tener cuenta el trabajo como el resultado de un contrato individual entre empresa y trabajador. Los salarios son un factor importante en los costos generales en la economía y además se debe tener en cuenta que la decisión de salarios no puede tener en cuenta solo consideraciones técnicas sino éticas, morales. El trabajo no se debe tratar como si fuera una mercancía.
Restauración del orden social
El siguiente punto que trata la Quadragesimo anno y que expusimos ya, es el de la restauración del orden social y reforma de las instituciones. Vimos que el Papa se pregunta si será posible que se apliquen las enseñanzas de la encíclica manteniendo el orden social vigente en ese tiempo. Añadíamos que como lo hemos afirmado otras veces, para que se viva la DSI se necesita cambiar el corazón, se requiere la conversión al Evangelio. La DSI nos pide vivir más sobriamente, no hacer del lucro la razón única de las actividades económicas, amar a los demás y permitir a nuestros colaboradores que crezcan con nosotros, como personas.
Pío XI afirma que la restauración de la sociedad comprende dos aspectos: la reforma de las instituciones y la enmienda de las costumbres. Entre la reforma de las instituciones señala tres: la reforma del Estado, de las asociaciones y corporaciones, el modelo del mercado, en fin reforma del modelo político y económico liberal, basado en el individualismo, es decir en el egoísmo. Propone en cambio una reforma de las costumbres basada en la moderación y la caridad.
Hablar de estos temas en nuestros días escandaliza a más de uno que sueña con tener más y gozar más de la vida. Reforma de las instituciones en un país como Colombia, donde los ciudadanos manifiestan su poca confianza en el parlamento, en los jueces, en el ejecutivo… Necesitamos una conversión interior profunda, pero se cierra cada vez más el paso a las verdades de la fe y de las virtudes cristianas que consideran muchos, anticuadas e impracticables en este tiempo. Qué importancia tiene la labor de evangelización de la Iglesia por medio de tantas nuevas formas que agrupan a los fieles para cumplir su misión. Ante las dificultades parece a veces que se predicara en el desierto, pero hay que sembrar que Dios hará fecundas esas semillas.
La propuesta del corporativismo, aspectos positivos y negativos
El Papa Pío XI propone, como ya lo vimos, un sistema que no lleve a la lucha de clases, al enfrentamiento entre patronos y trabajadores, como sucedía con los sindicatos por influencia del comunismo. El sistema que proponía era el del corporativismo. Esto se encuentra en los números 91 a 96 de QA.
Del N° 91 al 94, el Papa hace una somera descripción de las organizaciones sindical y corporativa y presenta una valoración de sus aspectos positivos y negativos. Se nota un esfuerzo porque no se confunda el sistema corporativo, que él propone con el que el sistema fascista había implantado en Italia. Las que propone el Santo Padre son asociaciones de derecho privado, que se pueden crear libremente y a las que todos pueden adscribirse libremente. En cambio las corporaciones que Mussolini implantó en Italia pretendían ser la columna vertebral del régimen, aunque también tenían la intención de evitar la lucha de clases.
Para el fascismo era obligatorio el pertenecer a las corporaciones, tanto para los obreros como para los patronos y eran de iniciativa gubernamental: las convirtió el fascismo en un instrumento del Estado. El gran peligro era que el Estado se extralimitara y acabara por reemplazar la libre actividad en la sociedad. Lo mismo que sucede en las sociedades dominadas por las dictaduras socialistas.
En la siguiente parte me guiaré por el libro del P. Ildefonso Camacho, Doctrina social de la Iglesia, una aproximación histórica, como lo he hecho en muchas partes de estos programas. Se trata de la evolución del capitalismo y de los llamados comunismo y socialismo moderados.
Ni el sistema socialista ni el capitalista son la respuesta
Veníamos de escuchar del Papa la necesidad de reformar las instituciones. Del N° 100 al 120, el Papa quiere excluir tanto al sistema capitalista como al socialista del orden social que él propone, de manera que ninguna de esas dos formas son una buena alternativa para reemplazar el orden deteriorado.
Pío XI quiere dejar claro al exponer su punto de vista sobre el capitalismo, que ese sistema no es en sí mismo inmoral, pero sí los abusos a que ha dado lugar. Como el capital y el poder se han acumulado en pocas manos, son esas fuerzas las que dominan el mercado con el consiguiente deterioro del mercado libre. Son ellos, los dueños mayoritarios del capital y por lo tanto del poder, los que imponen las leyes del mercado.
El vicio mayor del capitalismo
En el N° 101 expresa Pío XI cuál es el vicio mayor del capitalismo. Dice:
León XIII puso todo su empeño en ajustar este tipo de economía (el capitalismo) a las normas del recto orden, de lo que se deduce que tal economía no es condenable por sí misma. Y realmente no es viciosa por naturaleza, sino que viola el recto orden sólo cuando el capital abusa de los obreros y de la clase proletaria con la finalidad y de tal forma que los negocios e incluso toda la economía se plieguen a su exclusiva voluntad y provecho, sin tener en cuenta para nada ni la dignidad humana de los trabajadores, ni el carácter social de la economía, ni aun siquiera la misma justicia social y bien común.
El P. Ildefonso Camacho observa: Esta dinámica de lucha (la expuesta en el N° 101 por Pío XI), es la causante de que el capitalismo haya evolucionado hacia un sistema controlado por grandes centros del poder económico, y que es «fruto natural de la ilimitada libertad de los competidores, de la que han sobrevivido solo los más poderosos, lo que con frecuencia es tanto como decir los más violentos y los más desprovistos de conciencia» (QA 107). Esta sobria panorámica se completa poniendo de manifiesto cómo lo que en principio es una lucha en el terreno económico invade después la política y termina actuando incluso a nivel supranacional (QA 108). Pío XI está señalando aquí la vocación imperialista del capitalismo, que había sido ya denunciada desde posiciones ideológicas muy distintas.
Se refiere a Lenin. El imperialismo es un término muy socorrido hoy por la extrema izquierda, pero que en sí no es un insulto; se refiere al dominio internacional de los capitalistas. Luego esa influencia internacional fue también evidente en el comunismo a medida que se fue extendiendo por el mundo. Se puede hablar del imperialismo comunista.
Evolución del socialismo
También Pío XI se refiere a la evolución que fue teniendo el socialismo. La trasformación principal es su escisión en dos bloques: uno violento que inclusive lleva otro nombre y no socialismo y es el comunismo, el otro, más moderado, es el que aun hoy se sigue llamando socialismo. (Camacho Pg 142).
El Papa señala, sobre el comunismo en Rusia, las “horrendas matanzas y destrucciones con que habían devastado inmensas regiones de la Europa oriental y de Asia (QA 112) y al mismo tiempo llama la atención sobre el paralelismo del comunismo con el capitalismo.
La violencia que se manifestaba en el capitalismo y la del comunismo difieren en su grado: la violencia comunista la llama el Papa “horrenda y encarnizada lucha de clases y la total abolición de la propiedad privada”, de modo que el comunismo no reparaba en qué medios utilizaba para alcanzar sus fines. A esta violencia añade Pío XI el mal del profundo ateísmo, del comunismo, enemigo de Dios y de su Iglesia y lo llama impío e inicuo.
Pío XI trata también sobre el socialismo, que es más moderado pues no recurre a la violencia en el grado del comunismo. El tiempo no nos alcanza para este punto que dada su importancia deberé tomar en el próximo programa el año 2014.