REFLEXIÓN 192 Caritas in veritate N° 21-27 (Charla 29)

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¿En nuestro tiempo qué impide el desarrollo humano integral?

En la reflexión anterior comenzamos una síntesis del capítulo segundo de la encíclica Caritas in veritate, Caridad en la verdad, que ocupa del N° 21 al 33. Vimos que Benedicto XVI, después de ofrecer sus comentarios sobre el mensaje social de Pablo VI en la encíclica Populorum progressio, sobre el desarrollo de los pueblos, en este segundo capítulo de Caritas in veritate identifica una serie de problemas de nuestro tiempo que dificultan el desarrollo humano integral. Recordémoslos:

La inseguridad y los efectos dañinos que los manejos financieros especulativos producen en la industria, el comercio, la agricultura y demás actividades de la economía real. A este respecto mencionamos los inconvenientes locales de los manejos de las entidades financieras en Colombia, que muestran una voracidad de lucro, a juzgar por las altas tarifas que cobran por cualquier servicio, las altas tasas de interés que cobran a sus clientes de crédito y las bajísimas con que pagan el esfuerzo de ahorro de sus clientes.

-El segundo problema que dificulta el desarrollo, mencionado por Benedicto XVI, son las migraciones en gran escala de gente que se ve obligada a buscar en otras regiones del mundo la atención que no recibe en sus países. En Colombia podríamos hablar de los desplazados por la violencia.

Una tercera dificultad para el desarrollo es la explotación inadecuada de los recursos naturales.

-Añade El Papa otra circunstancia que no se suele mencionar: en los países ricos aparecen ahora grupos que no habían conocido antes las dificultades de la pobreza y ahora se suman a los necesitados de la solidaridad de los demás; otros en cambio siguen gozando de la superabundancia de la economía del consumismo que patrocina el desperdicio; el consumismo es esa tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios (DRAE).

-Otra causa que detiene el desarrollo integral que menciona Benedicto XVI en su análisis de la situación actual es la corrupción y la ilegalidad. No sólo en Colombia se presente esta lacra de la corrupción; de los países de América Latina, el país mejor calificado es Chile, que ocupa el puesto 21, Colombia está en el 78, Argentina en el 105, Bolivia en el 110, Ecuador en el 127, igual a Nicaragua y, Venezuela está en el poco honroso último puesto en América Latina, el 164.

No somos buen ejemplo de respeto a la ley

En el respeto a la ley no somos buen ejemplo los colombianos; ni siquiera en el cumplimiento de normas de convivencia comunitaria ni de las normas de tránsito. Escandaliza el número de accidentes ocasionados por conductores ebrios. Es que tampoco hay suficientes agentes de tránsito que controlen a los infractores que se pasan los semáforos en rojo, utilizan el celular mientras conducen, etc. Ni qué decir del incumplimiento de otras leyes que tienen que ver con el comercio y, las extremas, de respeto a los bienes y a la vida de los demás. ¿Cómo aspirar a convertirnos en un país desarrollado, con educación y salud para todos y posibilidades de un trabajo digno si no empezamos por ser honrados, respetuosos de la ley y de la moral?

Otro problema que impide el desarrollo humano integral y menciona el Papa en el N° 22 de Caritas in veritate, la Caridad en la verdad, es el irrespeto a los derechos de los trabajadores. ¿Cómo pueden los trabajadores progresar ellos y sus familias, si ni siquiera se les paga lo que establece la ley?

-Otra causa de que no se logre el desarrollo consiste en que la ayuda internacional con frecuencia se distrae de sus propios fines, por acciones irresponsables, tanto en la cadena de donantes como en la de los beneficiarios. La voluntad de los donantes, sean países o personas naturales se debe respetar. Muchos con frecuencia dejan de atender sus propias necesidades por solidaridad con sus hermanos más necesitados.

– Una dificultad más para el desarrollo, mencionada por Benedicto XVI en su encíclica Caritas in veritate, es el celo excesivo de los países ricos en la protección de la propiedad intelectual, especialmente en el campo de la salud. Los laboratorios farmacéuticos fijan a sus productos precios con frecuencia impagables para el ciudadano común y corriente  y con mayor razón por los pobres. Tiene que encontrarse una solución para que los adelantos de la medicina y de la química farmacéutica no sean discriminatorios  como lo son hoy.

El último problema que menciona El Santo Padre en Caritas in veritate, en el N°22, se refiere a normas culturales que impiden el desarrollo.

Nos dice el Papa que por esta variedad  de razones la actual crisis mundial es compleja, no es sencilla; y nos llama a una renovación cultural profunda, a redescubrir los valores fundamentales sobre los cuales construir un futuro mejor. Esta crisis es una “oportunidad” para el discernimiento sobre cómo dar forma a nueva visión para el futuro.

Hasta aquí la síntesis de los números 21 a 23. Continuemos el resumen del capítulo segundo de Caritas in veritate.

Los adelantos técnicos no garantizan el desarrollo humano integral

En el N° 23 Benedicto XVI reconoce que algunas naciones han progresado tecnológica y económicamente y algunas de ellas han conseguido formar parte de las grandes potencias mundiales. La mención frecuente del Brasil en los medios, parece indicar que se trata de un país que está fuera del contexto de pobreza de nuestros países de América Latina. El progreso material, industrial es indudable, pero la inequidad no ha terminado en ese inmenso país. La nueva presidenta ha dicho que el objetivo de su gobierno es erradicar la pobreza. Ojalá lo logre. También tiene que continuar la lucha contra la corrupción porque allí el gobierno de Lula sufrió de esa enfermedad. Un país que se convirtió en una potencia económica mundial es China. Sin embargo no se ha conseguido un desarrollo integral, porque se acusa a ese gobierno dictatorial de conseguir ventajas frente a otros países a costa de pagar salarios bajos y es público su irrespeto a la libertad. La India es otro ejemplo de progreso económico, sin que se haya erradicado la pobreza. Estamos pues, lejos de lograr el desarrollo integral global.

El papel de las autoridades públicas en el desarrollo ha cambiado con la globalización

En Populorum progressio se reconoce un papel muy importante a las autoridades públicas en el desarrollo de sus países; se trataba de un mundo que en tiempos de Pablo VI se movía  en una economía no globalizada hasta el grado que ha alcanzado en nuestro tiempo; por eso los gobiernos tenían suficientes instrumentos para manejar internamente su economía. El el N° 24 de Caritas in veritate Benedicto XVI advierte que en nuestra época el Estado tiene que enfrentar las limitaciones que le impone el nuevo contexto económico-comercial y financiero internacional. Este nuevo contexto, anota el Santo Padre, ha modificado el poder político de los estados.

¿A qué se refiere el Santo Padre? Como respuesta a la crisis económica y financiera mundial, dice el Papa, que los poderes públicos se ven llamados directamente a corregir errores y disfunciones de las entidades financieras. Los Estados habían adoptado la política del liberalismo económico, de dejar que el mercado se regulara a sí mismo, confiando en que lo haría automáticamente. Quiero anotar que en Colombia parece que el Estado tiene temor de que lo llamen intervencionista si llama la atención a los bancos al orden en sus exagerados cobros por los servicios que prestan. Parece que sí los controlan para evitar crisis como la que se presentó en los EE.UU. por un escandaloso y equivocado criterio en el manejo de los créditos de vivienda.

Necesidad de reexaminar y evaluar las funciones y poderes de la autoridad pública

El Papa plantea la necesidad de reexaminar y evaluar las funciones y poderes de la autoridad pública para afrontar los desafíos del mundo actual y dice que cuando sus funciones estén más claramente definidas es previsible prever un papel más importante de la sociedad civil. Pide así un fortalecimiento de nuevas formas de participación en la política nacional e internacional ejercida por medio de organizaciones de la sociedad civil. Ese número 24 termina con esta frase: es de desear que haya mayor atención y participación en la res pública[1] por parte de los ciudadanos.

La crisis de la seguridad social

En el número 25 de Caritas in veritate Benedicto XVI trata la situación de los sistemas de seguridad social en nuestro tiempo. Somos conscientes de las dificultades por los que atraviesan en nuestro país los sistemas de salud y de pensiones. Los jóvenes son pesimistas frente a las oscuras perspectivas de una vejez sin el soporte de una pensión, a pesar de haber cotizado cuotas elevadas por muchos años. El problema es mundial. El Papa afirma que esa crisis de los sistemas de seguridad social, que están debilitados, en parte se debe a las nuevas formas de competencia entre los estados para atraer la inversión; para atraerla, procuran ofrecer condiciones fiscales más favorables a quienes invierten y un sistema no formal de contratación que ha sido en perjuicio de los trabajadores.

La crisis también toca a los Estados Unidos

Los sistemas de salud también están en problemas. En los EE.UU. no son un país desarrollado en su seguridad social de la salud y Obama ha encontrado una gran resistencia en sus intentos por mejorarlo. El debate nacional sobre la necesidad de mejorar el sistema de seguridad social en la salud ha sido candente y no ha terminado. Con razón se ha planteado como un asunto moral. Para que veamos el enfoque que se ha dado a ese debate voy a traducir las conclusiones a que llegó el periodista T.R. Reid, muy respetado en los EE.UU. en el libro que escribió con el título The Healing of America: A Global Quest for Better, Cheaper, and Fairer Helth Care, que se podría traducir como La Curación de los EE.UU.: La búsqueda global de un cuidado de la salud mejor, más barato y más justo.

Éstas son sus conclusiones, después de realizar una investigación internacional en búsqueda de los mejores enfoques para un mejor cubrimiento de los servicios de salud.

Los estadounidenses que mueren o quiebran porque se enfermaron, representan una decisión moral fundamental que ha tomado nuestro país. A pesar de todos los derechos y privilegios de que nuestros ciudadanos gozan hoy día, nunca han tomado la decisión de proporcionar cuidado médico a todo el que lo necesite. En la nación más rica del mundo, toleramos un sistema de salud que conduce a muchas muertes evitables y quiebras económicas entre nuestros conciudadanos…

Todos los demás países desarrollados de la tierra han tomado una decisión diferente. Todos los demás países como el nuestro,- es decir ricos, avanzados tecnológicamente, democracias industrializadas – garantizan el cuidado médico a cualquiera que enferme. Países tan comprometidos como nosotros en conceder iguales oportunidades, comprometidos con la libertad y el libre mercado han concluido que todos tienen derecho al cuidado de la salud – y lo proporcionan. Nosotros también deberíamos hacerlo.[2]

La mejora del sistema de seguridad social de la salud, en los EE.UU. depende del Congreso que debe aprobar la ley que la otorgue como un derecho de todos. La resistencia viene de las aseguradoras y de los ciudadanos que tendrían que aportar más impuestos. En todas partes somos egoístas y nos resistimos a ceder de nuestras comodidades en bien de los más necesitados.

Sindicatos con menos poder

En el N° 25 Benedicto XVI observa también la mayor limitación que tienen en nuestro tiempo las organizaciones de los trabajadores para cumplir con sus tareas. Estas son las palabras del Papa, que volveremos a leer más adelante, pero oigámoslas ahora:

El conjunto de los cambios sociales y económicos hace que las organizaciones sindicales tengan mayores dificultades para desarrollar su tarea de representación de los intereses de los trabajadores, también porque los gobiernos, por razones de utilidad económica, limitan a menudo las libertades sindicales o la capacidad de negociación de los sindicatos mismos. Las redes de solidaridad tradicionales se ven obligadas a superar mayores obstáculos. Por tanto, la invitación de la doctrina social de la Iglesia, empezando por la Rerum novarum[60], a dar vida a asociaciones de trabajadores para defender sus propios derechos ha de ser respetada, hoy más que ayer, dando ante todo una respuesta pronta y de altas miras a la urgencia de establecer nuevas sinergias en el ámbito internacional y local.

Continuemos el recorrido por el capítulo segundo de Caritas in veritate, sobre El Desarrollo Humano en nuestro tiempo.

La nueva manera de vincularse al trabajo

El N° 25 es muy rico; tiene todavía más sobre las consecuencias de las decisiones que se han tomado sobre la seguridad social y sobre las modalidades de los nuevos contratos de trabajo que se supone deben ser beneficiosos porque así se deberían aumentar las ofertas de trabajo.

Sobre los cambios en las formas de vincularse al trabajo no niega el Papa que pueda ser un fenómeno importante porque lo que llaman movilidad laboral puede estimular la producción de nueva riqueza, sin embargo se origina la incertidumbre en los trabajadores sobre sus condiciones de trabajo, la angustia frente al mañana en que puede quedar desempleado crea inestabilidad psicológica, dificultad para definir los caminos en la vida, incluido el matrimonio. Hoy con mayor frecuencia los jóvenes deciden más tarde formar una familia ante la incertidumbre de tener los medios necesarios para sostenerla. El desempleo debilita la creatividad de la gente, las relaciones sociales y familiares y es causa de mucho sufrimiento psicológico y espiritual.

El capital humano es el más importante en las empresas

El Papa recuerda la Constitución pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II al urgir, como los Papas anteriores, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es la persona humana. Con estas palabras termina el N° 25:

Quisiera recordar a todos, en especial a los gobernantes que se ocupan en dar un aspecto renovado al orden económico y social del mundo, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad: «Pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social»(Gaudium et spes, 63)

Los gerentes con frecuencia utilizan la expresión de que el personal es el capital más valioso de su empresa. Hay empresas en que eso es verdad. En no pocas es una frase solamente.

La crisis en el manejo de las culturas

Se refiere Benedicto XVI a continuación, en el N° 26, a las marcadas diferencias del manejo de las culturas de hoy y en el tiempo de Pablo VI. En síntesis se puede decir que las culturas estaban generalmente bien definidas y tenían más posibilidades de defenderse ante los intentos de hacerlas homogéneas. Hoy la progresiva mercantilización de los intercambios culturales aumenta un doble riesgo. Se nota en primer lugar, un ecleticismo cultural asumido con frecuencia de manera acrítica: se piensa en las culturas como superpuestas unas a otras, sustancialmente equivalentes e intercambiables. Eso induce a caer en un relativismo que en nada ayuda al verdadero diálogo intercultural; en el plano social, el relativismo cultural provoca que los grupos culturales estén juntos o convivan, pero separados, sin diálogo auténtico y, por lo tanto, sin verdadera integración. Existe, en segundo lugar, el peligro opuesto de rebajar la cultura y homologar los comportamientos y estilos de vida. De este modo, se pierde el sentido profundo de la cultura de las diferentes naciones, de las tradiciones de los diversos pueblos, en cuyo marco la persona se enfrenta a las cuestiones fundamentales de la existencia (Centesimus annus, 24). El eclecticismo y el bajo nivel cultural coinciden en separar la cultura de la naturaleza humana. Así, las culturas ya no saben encontrar su lugar en una naturaleza que las transciende (Vertatis splendor, 33)[3], terminando por reducir al hombre a mero dato cultural. Cuando esto ocurre, la humanidad corre nuevos riesgos de sometimiento y manipulación.

La persistencia del hambre en el mundo

En su presentación del El Desarrollo Humano en nuestro tiempo, Benedicto XVI dedica el N° 27 a la persistencia del hambre en el mundo. Hace énfasis en el imperativo ético de responder ante este clamor de los países pobres y su importancia para asegurar la paz y la estabilidad del planeta. Señala la importancia de la existencia de instituciones eficaces y de un enfoque a largo plazo de inversiones en infraestructura rural, sistemas de irrigación, transporte, organización de los mercados y la diseminación de tecnología agrícola. Señala que es crucial la participación de las comunidades locales en las decisiones.

Nos dice que los derechos al alimento y al agua tienen que ser reconocidos como derechos de todos los seres humanos sin distingo ni discriminación junto con otros derechos, especialmente el mismo derecho a la vida.

Fernando Díaz del Castillo Z.

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[1] Cf wikipedia: Res publica es una expresión del latín, que significa literalmente “cosa pública“. Etimológicamente, es el origen de la palabra castellana “república” y, conceptualmente, de la inglesa commonwealth. Su uso se vincula generalmente con los conceptos actuales de sector público y Estado, y con los conceptos tradicionales de bien común y procomún.

[2] Cf www.sojourners o también www.sojo.net

[3] Carta enc. Veritatis splendor (6 agosto 1993), 33. 46. 51: AAS 85 (1993), 1160. 1169-1171. 1174-1175; Id., Discurso a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (5 octubre 1995), 3: L’Osservatore Romano, ed. en lengua española (13 octubre 1995), p. 7.